Proseguir las generaciones simbólicas

Cuando Napoleón fue informado del resultado de la gestión, se encolerizó con Junot por su brusquedad y falta de diplomacia, y decidió entonces valerse de su ayuda de cámara, hombre mucho más experimentado en cuestiones de faldas. Este, que se llamaba Duroc, tuvo considerablemente mayor éxito.